Las sardinas asadas son uno de los platos más emblemáticos del verano lisboeta. Comidas sobre una rebanada de pan, o con pimientos a la parrilla y patatas cocidas para acompañar, no hay mes de verano en el que su olor delicioso no se sienta por las calles de Lisboa. Las sardinas más famosas son de Setúbal, pero es en las calles de la capital donde se saborean en cualquier momento, principalmente durante las Fiestas de los Santos Populares. Los distintos barrios tradicionales colocan asadores en las calles y quienes pasean y escuchan música pueden siempre beber un vaso, cantar una marcha y comer otra sardina para alegrar el espíritu. En el plato o con pan, merece la pena probar esta especialidad única, que representa, para muchos, los fabulosos días de verano.