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Ruta de Almada


Teatro Municipal de S. Luiz

Punto de Interés

Si quisiéramos diseñar una ruta por los lugares donde el maestro Almada dejó marcas, el Teatro de S. Luiz no puede quedar fuera. El día 14 de abril de 1917, se llamaba entonces Teatro de la República y fue el escenario de la conferencia «Ultimátum futurista a las generaciones portuguesas del siglo XX», presentada por el artista. En este evento, que cien años después el Teatro Municipal de S. Luiz firmó con una serie de iniciativas, Almada Negreiros intentó reanimar la letargia lusitana. El efecto quizá quedó fuera de las expectativas del artista, pero dio mucho que hablar.

Horario: Todos los días de 13.00 a 20.00.

Casa de la calle de Alcolena

Punto de Interés

En 1952, Almada Negreiros fue invitado a realizar varios paneles cerámicos para una vivienda de la calle de Alcolena, n.º 28, situada en la cuesta de Ajuda, propiedad de confesos admiradores suyos. En retribución por la admiración que le dedicaban, el artista realizó composiciones que destacan por el exigente nivel técnico y una gran belleza, que refleja la estética de los años 10 y 20.

Bristol Club

Punto de Interés

En las Puertas de Santo Antão, en la baixa lisboeta, surgió, en 1918, el Bristol Club, lugar que pronto se convirtió en uno de los principales puntos de atracción de la elite intelectual. Algunos años después, entre 1925 y 1926, su propietario y gran mecenas, Mário Ribeiro, quiso proceder a una gran renovación, que le dio un cuño modernista. Para ello, invitó, entre otros artistas, a Almada Negreiros, que firmó para Bristol un magnífico óleo representado en el desnudo de una mujer cosmopolita de la posguerra. El club cerró en 1927.

Palacio del Cunhal das Bolas

Monumento

Antigua residencia de los condes de Ericeira, en este palacio renacentista se instalaría, más tarde, el Hospital de S. Luiz dos Franceses, donde Almada Negreiros falleció, el 15 de junio de 1970, irónicamente en el mismo cuarto en el que el poeta y su grande amigo Fernando Pessoa murió, muchos años antes, el 30 de noviembre de 1935. Uno de los grandes esquinales de piedra de este edificio, revestido con anchas bolas de cantería, proviene del nombre por el que se conoce. Se dice que, originalmente, todas las bolas estaban revestidas de oro.

Residencia en la calle São Filipe Néry

Punto de Interés

Durante años, Almada Negreiros tuvo dos domicilios. Esta, en el corazón de Lisboa, y una quinta en Bicesse, en la línea de Cascais. Su mujer, Sarah Afonso, prefería la calma de la quinta, pero Almada no podía pasar mucho tiempo lejos del ambiente de la ciudad, de sus cafés y tertulias. Este edificio, de la segunda mitad del siglo XVIII y clasificado por el Ayuntamiento de Lisboa como edificio de interés público, constituyó entonces su núcleo urbano, lugar de paso, pero de eterno retorno.