La Ginjinha no es fácil de pronunciar, pero enamora desde la primera vez. Este licor dulce hecho con guindas puede beberse a la temperatura que prefieras, con fruta o sin ella, en vaso de chocolate o en uno tradicional. La medida es pequeña, pero calienta el alma y acelera el paso de quienes prueban esta bebida típica de Lisboa. Acércate a una de las muchas tascas que son ya punto de parada obligado en los barrios tradicionales de Lisboa y pide ginjinha sin miedo. En Ginjinha del Rossio, abierto desde hace más de 100 años; en la rua de Portas de Santo Antão, con la Popular y sin la Sem Rival; o en la Ginjinha do Carmo, de Alfama o en la Rubi, vete a probar licores de todo tipo de producción y procedencia, siempre con la misma voluntad. Beber una más antes de que acabe la noche.