En una de las zonas más bonitas alrededor de Lisboa está el Castillo de Sesimbra. Con vistas hacia la increíble bahía de la villa, su fundación es de una época anterior a la nacionalidad portuguesa, pero las murallas se remontan a 1200. Fue mandado reconstruir por D. Sancho I, en estilo románico, aprovechando la fortificación musulmana anterior – el castillo se conoce en la región como “Castillo de los Moros”. Este castillo ofrece unas vistas únicas sobre la impresionante geografía de la región, donde destaca la península de Tróia, los estuarios del Tajo y del Sado y el impresionante Cabo Espichel. En excelente estado de conservación y con elementos originales – incluida la Iglesia de Nuestra Señora del Castillo, que fue mandada construir en 1160 – merece la pena visitar este testigo imponente de la historia de Portugal.