Después de los éxitos internacionales absolutos del Duero y Alentejo, ahora es en Lisboa donde se encuentran las mejores experiencias y las nuevas sorpresas.
Al cruzar las variedades tradicionales portuguesas: además de la famosa Touriga Nacional, la Tinta Roriz y la Touriga Franca – en los tintos; y el Arinto, Encruzado y Alvarinho – en los blancos; con Chardonnay y Cabernet Sauvignon; se han conseguido unos resultados que entusiasman a los entendidos.
Existen varias denominaciones de origen en la región, con características completamente diferentes. El Moscatel de Setúbal tiene fans en todo el mundo, siendo un vino generoso de referencia. Mientras que Bucelas sigue produciendo unos blancos que ya la corte inglesa apreciaba; Colares y Carcavelos tienen una producción casi residual, pero con un gran interés histórico ...