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Bienvenido a la Lisboa campestre y tradicional, dedicada a las artes ecuestres, a la pesca y a la agricultura, de un lado del río. Y no dejes de visitar la Lisboa de la reinvención industrial y de los deportes náuticos, en la otra orilla del Tajo. Entre la tradición y la contemporaneidad, en esta región aún es posible ver campesinos guiando toros bravos por las calles. Un contraste que merece la pena conocer.
El Arco del Tajo (Arco do Tejo), que rodea el inmenso estuario del río y su impresionante reserva natural, ofrece una cuenca increíble para la práctica de deportes náuticos, principalmente piragüismo y vela. Menos aventurera, pero igualmente relevante es la práctica de la pesca artesanal en la orilla sur. Con marea baja, es posible observar decenas de pescadores en su faena diaria, que de forma casi surrealista, pescan de pie en medio del inmenso río. Además de las oportunidades fotográficas únicas que surgen en esta visita, en la Reserva Natural del Estuario del Tajo es donde se encuentra una de las mayores zonas húmedas de Europa. Hábitat de varias especies de peces, crustáceos, aves y amantes de ornitología, que observan aquí las diferentes de aves que descansan durante su migración al sur.
Pero si los pájaros vuelan hacia el sur, debes dirigirte hacia el norte para conocer una realidad bien diferente, pero igualmente impresionante. La "Lezíria" (praderas) marca el paisaje y las antiguas marismas son ahora terrenos de cultivo y pasto, donde la tradición del ganado bravo se mantiene inalterable. Estás llegando a la tierra de la fiesta del "Colete Encarnado" (Chaleco Rojo), donde se homenajean a los campesinos y a una forma de vida ya poco habitual. Conoce la gastronomía rica de la región y sus tradiciones únicas, pero no dejes de optar por un programa más tranquilo y aprovecha para pasear en barco por los islotes del Tajo. Descubre el paisaje fantástico y variado que envuelve al estuario del río que ilumina Lisboa.